Hola XXXX, soy Carlos M. Reymundo Roberts y quiero compartir con vos, suscriptor de LA NACION, un adelanto de mi columna.
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Mis regalos de Navidad a Cris, a Massita, a Milei...
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Qué pocas horas faltan para la Navidad. Los cristianos del mundo entero festejamos tan magno acontecimiento, y este año el 56% de los argentinos de cualquier credo o incluso sin credo agradeceremos también a las “fuerzas del cielo” el alumbramiento de un gobierno no peronista. Sobre todo, agradeceremos el destierro al que esas tropas han sometido a los tipejos y tipejas que manejaron el país desde diciembre de 2019. Porque es creer o reventar: solo un poder superior podía desalojarlos. Imagínense, por caso, lo que se habrán resistido, lo que habrán pataleado Massita y Malena cuando se enteraron de que no iban a vivir en Olivos, y que la única cuota de poder que retenían era como patrones de su estancia en San Andrés de Giles (La Vanguardia, 8 millones de dólares). Seguramente hubo escenas dantescas: Massita, camino del exilio, gritando “¡abracadabra!” y suplicándoles a la galera y la varita el último hechizo; Malena, con outfit de primera dama y el maquillaje corrido por las lágrimas.
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